martes, 24 de noviembre de 2015

Meteocat


Se aproximan borrascas.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Descarrilar



Hubo un momento.. no sé cuándo fue.. en el que dejé de hacer la cama, de leer a menudo, de comer gominolas, de hacer los deberes, de llevar la ropa planchada, de ser obediente, de no hablar con desconocidos, de no subirme a sus coches, de decir siempre la verdad.. de cumplir las expectativas de los demás.

Desde entonces, me gusta picar cebolla cuando estoy triste, porque así nadie me pregunta por qué lloro.

domingo, 22 de noviembre de 2015

L'amour


Yo no creo en nada, más bien dudo de todo, y solo algunas veces siento curiosidad por las creencias de los demás. En general, todas las creencias me parecen correctas mientras no intenten convencerme de ellas, ni las usen para invalidar mis ideas y mi libertad de acción o las de otros, o para justificar acciones injustificables.

Sin embargo, aunque yo piense esto y dude de todo y esté de acuerdo con que otras personas piensen otra cosa, creo que hay verdades universales, imposibles de derribar con argumentos válidos. También creo que debemos descubrir estas verdades dentro de nosotros, identificando el malestar, aprendiendo con qué conductas el malestar crece, pudiendo incluso convertirse en enajenación, y con cuáles se reduce, llevándonos a la paz y la felicidad. Al margen de las creencias, estoy convencida de que este es el camino correcto.

Escribir esto aquí no va a hacer que ciertos chiflados dejen de matar indefensos, o que los malvados dejen de tejer estrategias para lucrarse a costa de los chiflados y los indefensos. Escribir esto aquí no va a evitar ninguna guerra. ¿O sí?

No va a hacer que las personas que todavía no han muerto ni matado dejen de enfadarse y comprar velas, flores y libros compulsivamente. O enfadarse y cambiarse la foto de perfil. O enfadarse porque otros hacen esas cosas o porque no las hacen. O enfadarse por ver una masacre en las noticias o porque en las noticias sacan unas masacres y otras no. Enfadarse porque los demás se enfadan. Enfadarse porque no se enfadan.

Escribir esto aquí va a servir para que mi malestar mengüe un poquito, y me calme y no tenga ganas de enfadarme también, de creerme con derecho a decidir quién vive y quién muere. Para que salga a la calle y sonría a la gente que pase. Y además, escribir esto aquí a lo mejor sirve para que alguien más lo lea y deje de estar enfadado. Esto es muy importante, porque las guerras no empiezan de repente, empiezan siendo pequeñas y las gestamos cada día todos nosotros, alimentando nuestro malestar.

Si quieres apoyar a las víctimas de toda esta mierda, lo que necesitas no es un lacito, ni una banderita, ni ningún otro símbolo arbitrario. Lo que tienes que hacer es ser amable, perdonar, sonreír, mirar para dentro con paciencia y no enfadarte ni alimentar tu frustración.

Y si además tratas de contagiar a otros con tu actitud ya habrás hecho todo lo que está en tu mano contra todas las miserias del mundo.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Nudos y desnudos


Hay dos cosas que me gusta hacer..
desenredar nudos
y enredar desnudos.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Instintos primarios



Podría escribir muchos libros sobre mi vida

si supiera escribir..

jueves, 12 de noviembre de 2015

Oye


Que no me quiero meter, pero estoy aquí si te hago falta.

Poniendo orejas en piernas y tal.

lunes, 9 de noviembre de 2015

A la mañana siguiente


Chico conoce chica, chico es feliz con chica, aparezco yo, jiji, jaja, chico se siente mal, chico desaparece. Y yo.. pues yo acepto la situación, qué le voy a hacer.

Nunca he sido infiel, la verdad, así que hay un lado del triángulo en el que no sé cómo se siente uno. Pero aun así, no tengo la conciencia limpia. He sido "la otra" más veces de las que me gusta reconocer. No sé si atraigo a personas confusas o las confundo yo cuando se me acercan, pero el hecho es que estas historias se repiten tanto en mi vida que no me creerías si cuantificase su frecuencia.

Empieza a doler escuchar siempre las mismas frases. A nadie le había pasado esto antes, nadie es "así", al parecer nadie había hecho nada malo antes de conocerme. No me gusta oír estas cosas, me hacen sentir peligrosa, como un depredador, o un atractor extraño que genera el caos allá donde va.

Siento el rechazo inevitable que supongo que sentirán las latas de cerveza vacías que haces un guiñapo y tiras al contenedor para que no estorben en tu cómodo salón después de una borrachera improvisada.

Lo siento, nena, fuiste deliciosa y refrescante, pero ahora me toca avergonzarme de ti durante todo el tiempo que dure mi resaca.

Nadie parece darse cuenta de que no soy de aluminio yo.. soy de carne y hueso. Y mi carne es más blanda de lo que parece..

sábado, 7 de noviembre de 2015

Ni tan mal



¿Sabes qué? Me encanta esta ciudad, me encanta cada calle.

Sin embargo, el otro día alguien me preguntó por qué vine aquí y se me empaparon los ojos. Los dos a la vez y de repente. La respuesta es tan trágica que ni siquiera hace falta que la pronuncie para hacerme llorar: me fui porque me das miedo.

Las últimas semanas en mi vieja ciudad las pasé evitando pasear sola, soñando que me perseguías, sintiendo el pánico golpearme el pecho de nuevo cuando mi miopía confundía los andares de algún extraño con los tuyos, yéndome de los sitios si aparecías.

En cierto modo agradezco que haya sido así, porque sin todo eso tal vez nunca hubiera hecho lo que estoy haciendo. Además, estoy bastante tranquila. Sé que toda la belleza que inunda mi vida día a día acabará borrando cada huella tuya que quede en mi alma.

Pero hay algo que aún me inquieta, una parte de mí que nunca antes había existido. Es algo pequeñito, del tamaño de una célula, que a ratos insiste en que te odie. Me propone que te mande cartas con avispas, que unte caca en el pomo de tu puerta.. cosas así.

No haré esas travesuras, pero sí, reconozco que muchas veces impulsivamente te deseo el mal. Imagino que sentirías una especie de placer enfermizo si leyeras esa frase. Como un trofeo, como si mi cabeza disecada colgase de tu pared junto a las demás cabezas.

Ya entiendo cómo abracé la mezquindad. Ya entiendo también cómo me desharé de ella.

viernes, 6 de noviembre de 2015

jueves, 5 de noviembre de 2015

miércoles, 4 de noviembre de 2015