lunes, 9 de noviembre de 2015

A la mañana siguiente


Chico conoce chica, chico es feliz con chica, aparezco yo, jiji, jaja, chico se siente mal, chico desaparece. Y yo.. pues yo acepto la situación, qué le voy a hacer.

Nunca he sido infiel, la verdad, así que hay un lado del triángulo en el que no sé cómo se siente uno. Pero aun así, no tengo la conciencia limpia. He sido "la otra" más veces de las que me gusta reconocer. No sé si atraigo a personas confusas o las confundo yo cuando se me acercan, pero el hecho es que estas historias se repiten tanto en mi vida que no me creerías si cuantificase su frecuencia.

Empieza a doler escuchar siempre las mismas frases. A nadie le había pasado esto antes, nadie es "así", al parecer nadie había hecho nada malo antes de conocerme. No me gusta oír estas cosas, me hacen sentir peligrosa, como un depredador, o un atractor extraño que genera el caos allá donde va.

Siento el rechazo inevitable que supongo que sentirán las latas de cerveza vacías que haces un guiñapo y tiras al contenedor para que no estorben en tu cómodo salón después de una borrachera improvisada.

Lo siento, nena, fuiste deliciosa y refrescante, pero ahora me toca avergonzarme de ti durante todo el tiempo que dure mi resaca.

Nadie parece darse cuenta de que no soy de aluminio yo.. soy de carne y hueso. Y mi carne es más blanda de lo que parece..

3 comentarios:

  1. Hola, estoy suscrito a blog y leía tu descripción de hoy, si alguien te decía que nunca le había pasado algo antes de conocerte pues no es más que su debilidad de reconocer sus propias acciones y busca justificarse en ti para cubrir lo que puede sentir como algo "pecaminoso", cada quién es responsable por sus actos.
    Hay gente que creé que las frecuencia en que vibras es la que causa la atracción de las personas que te rodean, pero como todo en la vida está en uno el dejarlas estar cerca o rechazarlas.

    Un Abrazo!

    RB

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  2. Total y dolorosamente de acuerdo con esta entrada.

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  3. Carne y hueso. Y talento, y unos ojos infinitos.

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