lunes, 6 de mayo de 2013

Cornucopia.



De todas las religiones que inventan cuentos que luego la gente cree durante unos cuantos cientos o miles de años, mi favorita siempre fue la griega, con todos esos dioses llenos de defectos, tan divinos y tan humanos.

Dice el mito que Zeus, de pequeño, fue criado por una cabra. Qué ridiculez, diréis, el dios de dioses pasando su tierna infancia con una niñera llena de pulgas. Pero hay un porqué. Resulta que Cronos, el padre de Zeus, se comía a sus hijos nada más nacer, por miedo a que alguno de ellos lo destronase. Por lo que se ve tenía un problema gravísimo de inseguridad y lo sobrellevaba más mal que bien.

El caso es que Rea, la parienta, cansada de parir en balde, llevó a Zeus con una cabra para que lo criase y así pudiera sobrevivir. Imaginaos al Zeus bebé, todo majo, con sus hoyuelos en los codos, sus manitas de bebé.. jugando con su rayo mortífero destructor.

A estas alturas resulta más que evidente que Rea muy responsable con sus hijos no era.. a la mayoría deja que se los coman, luego a otro lo deja con una cabra y armado.. no sé, no voy a juzgar, sólo digo que no me extraña que saliese rarito y se acabase liando con su hermana.

El caso es que en una de éstas, jugando con su rayo, Zeus le cortó el cuerno a la cabra, y Rea, para compensarla, convirtió aquel cuerno en un cuerno mágico que le daba al que lo tuviera en su poder todo lo que desease: la cornucopia, el cuerno de la abundancia.

¿Moraleja? Cómete a tus hijos. Al final Zeus destronó a Cronos.

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