miércoles, 4 de febrero de 2015

Demonios internos



Quisiera conocer todas las palabras para poder explicarlo.

Pero las palabras solo aparecen cuando estoy en contacto con los demonios, esos que te acechan por detrás y te respiran en la nuca y te susurran que eres feo e idiota y te meten tanto miedo que eres incapaz hasta de levantarte de una silla.

Ahora mis demonios están de vacaciones. No sé si volverán, yo espero que no.

No me había dado cuenta de todo el espacio que ocupaban, ahora mi cerebro es un resort de vacaciones en invierno. Sofás vacíos, habitaciones enteras vacías, pasillos, escaleras y calles, todo vacío. No se ha quedado ni el recepcionista.

¿Y dónde estoy yo?

Soy una ciudad fantasma.

1 comentario:

  1. Pasear por espacios abandonados tiene algo que tranquiliza, que atrae, que engancha. Ten cuidado. Deja siempre alguna habitación vacía para llenarla de ti cuando vuelvan los inquilinos. Por que volverán. Siempre vuelven. Quizás otras caras. Quizás decoren de otro modo las paredes y cocinen nuevos platos con especias desconocidas, pero serán inquilinos a fin de cuentas.

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