lunes, 29 de diciembre de 2014

A veces pasa lo de siempre



Es navidad, fin de año y tal. La época de los buenos propósitos.

No te voy a engañar, no creo que deje de fumar, ni que aprenda otro idioma, ni que haga más ejercicio, ni que me vuelva mejor persona. Pero igualmente he escrito mis propósitos de Año Nuevo.

Aquí están:

Ser egoísta.
Hacer todo lo que me dé la gana.
No esforzarme por nadie que no sea yo.
Aprovecharme de los demás si me conviene.
No hacer favores ni regalos a otras personas.
Pensar solo en mí.

Mmmmm.. qué bien suena ◔ᴗ◔


...


Al final, pasará otro año y me daré cuenta de que no he cumplido ni uno solo.

Como pasa siempre.

martes, 16 de diciembre de 2014

Tocar fondo



Cuando siento que caigo en picado y alguien me dice "ya tocarás fondo", sé que ese alguien no es mi amigo.

Más me vale no esperar a tocar fondo para intentar emprender la subida.

Porque lo cierto es.. ¡que no hay fondo!

viernes, 12 de diciembre de 2014

jueves, 11 de diciembre de 2014

Doce palabras



Incluso para gente como yo, con cierto apego a la tristeza, incluso para ti, hay momentos en los que comprendes algo de tal manera que tienes la certeza de que nunca más lo vas a querer olvidar.

Son momentos de clarividencia en los que (¡qué locura!) parece posible salir del sinsentido de tu propia vida y construir otra nueva a tu medida.

Una vida de la que sentirte orgulloso y satisfecho. En la que no desees nada porque ya lo tienes todo y te baste con dejar pasar tiempo para ser feliz. En la que tus cimientos sean tan estables que no haya catástrofe que te pueda destrozar de nuevo nunca más.

Si llega uno de esos momentos, te sugiero que apuntes tu conclusión en un papelito para no olvidarla cuando vuelvas a sentirte confuso. Yo lo hice hace unos días y no te imaginas la sorpresa cuando vi que el sentido de mi vida se condensaba en doce palabras.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Vísceras de festivo



No sé qué me pasa, pero a veces no me siento yo.
En un día como hoy la antigua yo estaría de fiesta o de resaca.
Pero ahora vuelvo a casa a la hora de cenar.
Me pongo cómoda y hago un esfuerzo por sonreír.

No siempre lo consigo.